martes, 14 de diciembre de 2010


Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa. Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre. Yo sí que no tengo cojones de decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie jamás tendrá con la Luna. Que sé la cara que pone cuándo se deja ser completamente la persona que quiere ser. Que le he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos. Que le he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que le puso el camino. Le he visto hacerle competencia a cualquier amanecer, por la ventana.

Qué razones tenemos todos pero yo muchas más que vosotros.

1 comentario: