¡No te pares a pensar demasiado, sigue tu instinto,
llora de felicidad,
corre todo lo que puedas,
vive al máximo, no desaproveches ni un segundo de tu
felicidad, porque puede tardar en volver a repetirse!
Abraza lo más fuerte que puedas,
ríe lo más alto que tu garganta te permita, haz
locuras, rompe las
reglas, no seas
impulsiva pero no te quedes con la espina de:
¿Y si hubiera...?
No hay comentarios:
Publicar un comentario